Los hidratos de carbono logran producir energía al organismo de manera inmediata y éstos, se obtienen mediante alimentos elaborados con legumbres, harina de trigo, papas y frutas.
Sin embargo, casi todos logramos identificar a los hidratos de carbono con alimentos totalmente ricos en energía, y quienes tengan preocupación por su peso, procurarán esquivarlos en el momento de diseñar una dieta.
A menudo, suele haber falta de información de los hidratos de carbono y es por eso que quienes están acostumbrados al picoteo constante, aumentan de peso. Sin embargo, no hay que responsabilizarlos, ya que lo más importante son las cantidades que se toman y con qué alimentos se acompaña.
Por lo general solemos picotear alimentos no tan sanos cuando se tiene decaimiento, ansiedad, aburrimiento y estrés. Y aunque en ese momento el estado de ánimo mejore, el picoteo constante y la adicción a los hidratos de carbono, hacen que se incremente el aporte calórico día a día, lo que significaría uno o varios kilitos demás.
¿Cómo se puede evitar el picoteo constante?
Lo ideal es hacer cinco comidas en el día y dejar tres horas aproximadamente entre una y otra. De esa manera se podrá estar saciado y se evitará el picoteo constante.
Otro factor muy importante es beber agua, mínimo dos litros durante todo el día, para favorecer a la eliminación de las toxinas y grasas del cuerpo, y tener esa sensación de estar lleno.
A media mañana y media tarde, consume yogures desnatados, frutas o barritas de cereal. También se puede optar una feta de fiambre y una de queso. Si bien al principio no será apetecible, hay que esforzarse para evitar los atracones.
Lo que no se puede olvidar nunca…
¡El desayuno! Nunca hay que saltar el desayuno, ya que es la primer comida del día y la que otorga la energía necesaria para pode comenzar el día con el mejor estado de ánimo y salud. Si bien a veces suele que no se tenga hambre al despertarse, lleva siempre una barra de cereal en el bolso para comer luego.