Uno de los mayores miedos que muchas personas tienen ante el envejecimiento es a perder la tersura y firmeza del rostro, y sobre todo las odiadas líneas de expresión que aparecen a temprana edad en determinadas áreas, como son los ojos, la frente, a ambos lados de la nariz y alrededor de la boca. Estas líneas no solo se forman durante el día al gesticular, reír, fumar, etc., sino que cuando dormimos nuestra cara, en vez de relajarse de toda la tensión acumulada durante el día, continua haciendo expresiones faciales; como esto se repite noche tras noche, el resultado son las pequeñas arrugas que al principio son imperceptibles, pero que van haciéndose mas profundas a medida que pasa el tiempo. El estrés, una mala alimentación, la deshidratación de la epidermis y la falta de limpieza acentúan en gran medida el problema, así como un uso indiscriminado del sol, que es el principal enemigo de la piel, y que consigue que termine teniendo ese aspecto acartonado.
Para prevenir el problema o mejorarlo si ya tenemos arrugas de expresión debemos mejorar nuestro estilo de vida, por ejemplo a través de la alimentación. Las infusiones, entre ellas el te verde como principal fuente para la lucha contra los radicales libres, permiten la depuración de la piel a través de la desintoxicación, consiguiendo que se limpien las posibles impurezas, con lo que poco a poco aparece mas suave, tersa y luminosa (gracias a los antioxidantes).
La vitamina C también puede ayudarnos en este sentido. Es también antioxidante, aporta luminosidad y firmeza, y es un producto barato que podemos aplicar nosotros mismos para obtener los resultados que mas nos convengan. Por ejemplo, si queremos atenuar las arruguitas de expresión, podemos preparar una mascarilla a base de leche, miel y zumo de naranja, y pasados unos minutos, retirándola con agua fría, podremos comprobar como la piel aparece más tensa y vigorosa.
De todas formas, para las personas que buscan algo más rápido y eficaz, hay multitud de productos en el mercado que pueden ayudarnos a deshacernos de estas pequeñas arrugas. Algunos recurren a la cirugía, haciéndose pequeños liftings o inyectándose botox, lo cual es bastante efectivo pero al mismo tiempo tiene sus riesgos, y puede que cambie incluso la expresión del rostro. Sin embargo, hoy en día también existen técnicas que, sin ser tan invasivas, pueden conseguir los mismos resultados. Por ejemplo, los peelings químicos (con acido glicólico) consiguen con su aplicación la renovación celular total de la piel del rostro, lo que minimiza los pequeños surcos dando como resultado una tersura inmediata del cutis. Eso si, no esta recomendado para pieles sensibles, porque podrían irritarse fácilmente. Otro tratamiento ampliamente extendido es el de acido hialurónico, el cual es un fabuloso estimulante de la producción de colágeno epidérmico, muy utilizado para relleno de labios y fisuras cutáneas. Además rehidrata a profundidad las pieles que presentan falta de vigor, elasticidad e hidratación.
Asimismo, podemos ayudar a su prevención si aplicamos cada noche en el rostro una crema hidratante con movimientos circulares, para que la piel se regenere y se facilite la circulación sanguínea, lo que hará también que el cutis aparezca más lozano a la mañana siguiente. Y sobre todo, un truco infalible y fundamental: limpieza diaria.
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