El reiki es un término de origen japonés, cuya etimología nos puede orientar en su significado; rei significa universal y ki energía, de modo que en conjunto se puede traducir como energía vital universal.
En términos prácticos se trata de una terapia alternativa a
la medicina tradicional, en la que se intenta lograr la sanación a través del
acercamiento de las manos del practicante a su paciente, para que se transfiera
esa energía universal. Con esta terapia se pueden sanar tanto enfermedades físicas
como mentales, ya que la imposición de las manos permite que la energía vital
fluya a cualquier parte del cuerpo, e incluso lo hace extensivo no sólo a personas,
sino también a plantas y a animales.
El reiki se basa en la visión hinduista de los chakras, que
explica los distintos estados de salud de los seres humanos. Según esto, el
bloqueo o mal funcionamiento de alguno de estos chakras propiciaría un estado
pésimo de salud o agravamiento del mismo, con lo que la persona sufriría trastornos
o enfermedades. Para paliar esto, el reiki se erigiría como canalizador para
conducir esta energía universal a los chakras dañados del individuo, desbloqueándolos
y potenciando el proceso de recuperación.
Lo que sí es cierto es que no se recomienda utilizar la terapia
como método sustitutito de la medicina tradicional, sino como complemento. Sin
embargo, aunque es una práctica inocua y no invasiva, hay una serie de contraindicaciones
al aplicarla: – No se debe hacer durante las operaciones quirúrgicas, ya que
su propia naturaleza de reparar los daños existentes podría interferir en la
evolución lógica de la intervención, como hemorragias, cortes que necesitan
higienizarse y limpieza de las heridas que realiza el cirujano.
Asimismo, si el paciente estuviera sedado el reiki ayudaría
a eliminar toxinas de la sedación, por lo que podría despertarse antes de tiempo.
– También tendría que tenerse en cuenta el tema de las fracturas y traumas,
ya que el reiki propicia la cicatrización ósea y por tanto el soldado de estas
fracturas, entonces el reiki es sólo aconsejable una vez que el traumatólogo
ha colocado y acomodado debidamente los huesos para que solidifiquen bien.
Luego el reiki es totalmente recomendable tanto a nivel físico
como mental; para el primer caso tiene beneficios como el de refuerzo del sistema
inmune, aumento de la resistencia física, alivio del dolor de espalda o de cabeza
causado por migrañas, reduce el estrés y la fatiga, elimina toxinas y facilita
el descanso y el bienestar. A nivel psicológico y emocional también actúa ayudando
a superar ciertos traumas, así como adicciones (tabaco, alcohol, drogas), y
en procesos de desequilibrio alimentario (anorexia y bulimia).
Disminuye la ansiedad, el temor, la angustia y el miedo, y
es muy útil a la hora de luchar contra la depresión. Asimismo, ayuda a las personas
inseguras a sentirse más fuertes y autocontrolarse. Esta terapia no tiene ninguna
connotación religiosa y es utilizado por personas de diferentes culturas, creencias
y razas, puesto que no supone ninguna ruptura con las costumbres propias.